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Buena nueva misionera

Europa / España ; Parroquia Carmelitas Descalzos - Rochapea (“Con lo que recogemos del Banco de Alimentos, no llega ni para un kilo de arroz por familia” )

Los padres Carmelitas de la parroquia Ntra. Sra. Del Carmen piden una colaboración económica, voluntaria o de productos alimenticios, para realizar un comedor social, que dé de desayunar a 20 niños del barrio de la Rochapea, entre 3 y 12 años.

Los padres Carmelitas de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Pamplona, saben muy bien qué es tratar con personas necesitadas. Todos los días atienden a numerosas familias con problemas económicos. Intentan ayudarles con lo poco que tienen, pero sobre todo, con la generosidad y la ayuda de los voluntarios. Para ellos, la oración va unida a la caridad con el prójimo y tienen muy presente las palabras del Papa Francisco: “La simple acogida no basta. La misericordia, aquella que Dios nos da y nos enseña, pide justicia, pide que el pobre encuentre su camino para dejar de serlo”.

Una de las principales labores que realizan en la parroquia es la del ropero solidario, donde cada mes son atendidas más de 600 personas. La ropa la reciben de toda Pamplona y cuentan con un equipo formado por una oblata, una teresiana y tres laicas de la parroquia.

Esta parroquia es una caja de sorpresas, ya que conforme Fernando Villabona, actual párroco, iba contándome todas las labores sociales que realizan, me enseñó un baño y me dijo “esta ducha se la dejamos a los que ni siquiera tienen la oportunidad de lavarse en casa. Después les vestimos y como nuevos. También tenemos una lavadora para que todo el que quiera la utilice”. También me enseñó una sala con 8 ordenadores y me dijo “aquí damos clases de informática a todo el que quiera, y además, les ayudamos a hacer los curriculums, a buscar ofertas de trabajo por Internet, entre otras cosas.” Al entrar en su despacho parroquial le pregunté sobre cómo funcionaba Caritas Diocesana. Él me contestó que normalmente, una vez al mes, reciben comida del banco de alimentos, pero que con eso no llega ni para un kilo de arroz por familia. Suelen hacer dos recogidas anuales donde colaboran voluntarios de la parroquia, y con ello pueden alimentar a 80 familias. Además de esto, con cada persona que llega para recibir comida, le hace una entrevista y un seguimiento. Es decir, intenta que haya un acompañamiento donde les informa de las charlas y de las actividades pastorales.

Con respecto al trabajo, acaban de ofertar 40 puestos, donde se presentaron más de 400 personas del barrio, para una empresa de Valencia. Ellos se mueven, buscan e intentan dar trabajo a los más necesitados. Fernando me insistía continuamente en que todo aquel que viene a la parroquia y propone algo, se lo adjudica. Por ejemplo, hace un tiempo le propusieron dos laicas jubiladas, profesionales en el sector bibliotecario, montar una biblioteca para que todos aquellos que lo desearan pudieran acceder. Y ya están en marcha.

Por otro lado, en lo que se refiere a la educación, tienen diversas actividades como clases de inglés, que las imparte un profesor nigeriano cristiano, así como clases de conversación para niños, cuyas profesoras son dos chicas de Camerún. Por si fuera poco, también organizan apoyo escolar para los de primero de primaria. “Por supuesto, todo lo que se hace en esta parroquia es gratuito y nadie cobra nada”, recalcaba Fernando.

No solo ayudan, sino que además evangelizan a todo el que llega, con un gesto cariñoso, con una sonrisa, y por supuesto, a través de las diferentes labores pastorales de su parroquia, como las catequesis de adultos, comunión y primaria. También tienen grupos de oración, porque como decía Santa Teresa de Calcuta, “cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.”

Cuando ya pensaba que la entrevista se acababa, me dijo “también organizamos un curso de costura para todo aquel que quiera aprender”. De hecho, cuentan con 6 máquinas y las profesoras son una española y una colombiana.

Proyecto desayuno solidario DE-PA-SO

El párroco comentó la idea de hacer un proyecto de desayuno solidario para 20 niños del barrio, entre 3 y 12 años. Según Fernando, “estos niños no tienen nada para echarse a la boca antes de ir al Colegio”. La idea es que los niños puedan desayunar un vaso de leche con Cola Cao, cereales, galletas, azúcar, yogures y fruta. La preparación y distribución del desayuno la llevarían a cabo los propios padres. Según un reconocido nutricionista, “el desayuno básico debe constar de un lácteo más un cereal. Ningún chico debería irse a la escuela sin haber tomado esos dos alimentos”.

La realidad es que tal como tienen distribuida la bajera es imposible llevar a cabo este proyecto sin realizar una reforma. Para que todo funcione bien, necesitan poner un cuarto habilitado. En la entreplanta, quedaría la sala de informática, la biblioteca y un cuarto para aprender a coser.

Los padres Carmelitas del barrio de la Rochapea animan a colaborar con este proyecto solidario, ya que ellos no tienen recursos económicos y hay mucha gente con extrema necesidad. Para colaborar pueden hacerlo económicamente, o bien aportando alimentos a la parroquia. Incluso si hay alguna persona que quiere participar de voluntario, pueden llamar al 948 148 189. También animan a las empresas, que quieran colaborar con este proyecto, a donar parte de lo que se necesita o llegar a un acuerdo con Caritas para establecer un convenio de apoyo. En este convenio se establecería la cantidad de la ayuda, la periodicidad, y los compromisos de Caritas parroquial para que el convenio siga vigente.

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