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Buena nueva misionera

Seminario: lugar de crecimiento humano y espiritual y del ejercicio de la caridad sacerdotal, el Papa a estudiantes de los colegios pontificios e internados de Roma (2014-05-12)

 El Papa mantuvo un encuentro en el aula Pablo VI del Vaticano con los rectores y estudiantes de los colegios pontificios e internados de Roma. Al ser muchos de ellos provenientes de Oriente Medio y Ucrania, les dijo que estaba “muy cerca de ellos en estos momentos de sufrimiento: en efecto, muy cerca; y en oración. Se sufre mucho en la Iglesia; se sufre mucho", y "la Iglesia sufriente es la Iglesia perseguida en algunas partes, y les estoy muy cercano".
La reunión se celebró en un contexto informal, con preguntas y respuestas espontáneas del Papa. La primera pregunta se basaba en la formación académica y Francisco señaló que "existe el peligro de academicismo". "Los obispos - dijo – les envían porque tienen un título, pero también para volver a la Diócesis. En la diócesis tienen que trabajar en el presbiterio, como presbíteros".Luego continuó: "Hay cuatro pilares en la formación sacerdotal": " formación espiritual, la formación académica, la formación comunitaria y la formación apostólica. Es cierto que aquí en Roma se le da mucha importancia, por eso han sido invitados ustedes, a la formación intelectual; pero los otros tres pilares se deben cultivar, y los cuatro "interactuar" con los demás. Yo no entendería que un sacerdote que venga a estudiar a Roma y "que no tenga una vida comunitaria, eso no va, o no cuida la vida espiritual - la Misa diaria , la oración diaria , la lectio divina , la oración personal con el Señor - o la vida apostólica ".
"El purismo académico - añadió - no hace bien: no hace bien". "El Señor les ha llamado a ser sacerdotes para ser sacerdotes: ésta es la regla fundamental. Y hay otra cosa que quiero destacar: si usted ve sólo el aspecto académico, existe el peligro de caer en la ideología, y esto enferma. Además, enferma la concepción de la Iglesia. Para entender la Iglesia es necesario comprenderla desde el estudio, pero también desde la oración, desde la vida comunitaria y desde la vida apostólica. Cuando resbalamos en una ideología, porque somos 'macrocefálicos', por ejemplo, y vamos por ese camino, vamos a tener una hermenéutica no cristiana, una hermenéutica de la ideología de la Iglesia. Y esto es malo, esto es una enfermedad. La hermenéutica de la Iglesia debe ser la misma hermenéutica que nos ofrece la Iglesia, que la Iglesia nos da. Comprender la Iglesia con ojos de cristiano; entender la Iglesia con el corazón cristiano; entender la actividad de la Iglesia cristiana. Por el contrario, la Iglesia no se entiende, o termina entendiéndose mal. Por esta razón, es importante destacar el trabajo académico, porque para esto se les ha enviado; pero no olviden los otros tres pilares: la vida espiritual, la vida comunitaria y apostólica".Un seminarista chino le pidió al Papa un consejo para hacer de la comunidad del seminario, "un lugar de crecimiento humano y espiritual y el ejercicio de la caridad sacerdotal". El Santo Padre citó a un viejo obispo en América Latina: "Es mucho mejor el peor de los seminarios que un no-seminario". "Si uno se está preparando para el sacerdocio solo, sin la comunidad – dijo el Papa - esto hace mal. La vida del seminario, la vida de la comunidad es muy importante. Es muy importante porque se comparte entre los hermanos, caminando hacia el sacerdocio, pero también hay problemas, hay luchas: las luchas de poder, las luchas de ideas, incluso luchas ocultas; y llegan los pecados capitales: la envidia, los celos... Y también llegan las cosas buenas: las amistades, el intercambio de ideas y esto es la parte importante de la vida en comunidad. La vida comunitaria no es el paraíso, al menos el purgatorio" - dijo el Papa entre los aplausos.
El Papa añadió: “Un santo jesuita decía que la mayor penitencia, para él, era la vida de la comunidad. Es verdad, ¿no? Pero para esto, creo que tenemos que ir hacia adelante, en la vida comunitaria. Pero, ¿cómo? Hay 4 ó 5 cosas que nos ayudarán mucho: ¡nunca, nunca hablar mal de los demás! Si tengo algo en contra de los demás, o que no son de mi opinión: ¡en la cara! Pero nosotros, los sacerdotes, tenemos la tentación de no hablar a la cara, de ser demasiado diplomáticos, aquel lenguaje clerical, ¿no? ¡Pero... nos hace mal, nos hace mal! Un estudiante mexicano le pidió consejo sobre cómo estar atentos para seguir siendo fieles a su vocación. El Papa respondió - "La vigilancia es una actitud cristiana". "La vigilancia de sí mismo: ¿qué pasa en mi corazón? Por qué es en mi corazón donde está mi tesoro. ¿Qué pasa ahí? Dicen los Padres orientales, que se debe saber si mi corazón está en crisis o si mi corazón está tranquilo". "Pero si hay una turbulencia, no puedes ver lo que hay dentro. Como en el mar. No se ve a los peces, cuando el mar está así". Como primer consejo cuando en el corazón hay turbulencias, el Papa ha recordado cuando los padres rusos decían: ir bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Recuerden la primera antífona latina que justo es ésta: en tiempos de turbulencias, buscar el refugio debajo del manto de la Santa Madre de Dios. “Y alguno de ustedes me dirá, pero Padre en estos tiempos de tanta modernidad buena, de la psiquiatría, de la psicología, en estos momentos de turbulencias, creo que sería mejor ir a ellos a que me ayuden”. Pero no descarto eso, pero primero de todo ir a la Madre: porque el sacerdote que se olvida de la madre, sobre todo en momentos de turbulencias, alguna cosa le falta. Es un cura huérfano que se olvida de su madre. (MZ-RV)

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