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Crónicas Misioneras

Crónica3. Asomándonos al Báltico. El Carmelo en Letonia.

Mis caminos misionales me han conducido esta vez a orillas del Mar Báltico. Lituania, Letonia y Estonia son la herencia de la  Livonia histórica que el Papa Inocencio III declaró como   Aterra mariana en el s. XII. En tiempos de la guerra fría acompañamos a estas naciones con un recuerdo emotivo por la anexión forzada del 13 de octubre de 1944 a la Unión Soviética. Todos experimentamos una sensación de alivio cuando los vientos de la   Aperestroika y de la   Aglasnot de Mikchail Gorbachov soplaron también en estas costas. Y las gentes descendieron a la calle, reclamando con valentía la justa independencia y libertad. Los tres países bálticos tienen su identidad, determinada por su historia, por su cultura, por su geografía.

Por motivos carmelitanos me encuentro en Letonia (Latvija). Parece un país atenazado en el centro por sus dos repúblicas hermanas. Geográficamente, muestra una fuerte contracción hacia el interior en el profundo repliegue del golfo de Riga. Con sus 64. 598 kilómetros cuadrados no llega a la extensión de la isla de Irlanda. Es un espacio territorial suficiente para sus 2. 360. 000 habitantes. Como el resto de las repúblicas bálticas, Letonia ofrece una geografía de mar con 494 kilómetros de costa, de ríos, de lagos o pantanos, de planicies que apenas emergen los 300 metros. Tras unos límites oscilantes en el pasado, ha mantenido invariables sus fronteras desde la constitución en república el 18 de noviembre de 1918. Períodos negros de su historia reciente son la invasión nazi en gracia del acuerdo del 23 de agosto de 1939 entre Molotov y Ribbentrop  (Stalin-Hitler)  y  la subsiguiente anexión rusa.

Del período soviético (1944-1991) queda el recuerdo siniestro de la base de misiles con cabezas nucleares en el parque nacional de Zematija. Durante 40 años permaneció secreta, escondida y disimulada bajo tierra. Pero en 1978 se desmanteló misteriosamente el arsenal. Los letones descubrieron entonces con pavor el peligro que habían corrido en su propio país  durante esos años de la guerra fría.

El 21 de agosto de 1991 sonó la hora de la libertad conquistada. Las primeras elecciones parlamentarias tuvieron lugar en 1993. Un año más tarde el último contingente ruso abandonó el país. Con el renacimiento de la libertad se acentuó el movimiento "Drang nach Europa", el empuje hacia Europa. El 1 de mayo del 2004 Letonia fue admitida en la Unión Europea. El país vive una euforia razonable, ha realizado un admirable esfuerzo de reconstrucción. Pero es consciente de encontrarse frente a fuertes desafíos que ha traído la nueva era con problemas de reajuste económico.

El primer apóstol de Letonia fue el canónigo lateranense alemán San Meinardo. Construyó en madera la primera iglesia en Ikškile. Sucedía en 1184. El Papa Clemente III lo nombró primer obispo. Nueve siglos después,  durante su visita apostólica el 8 de septiembre de 1993 Juan Pablo II restauró el culto de San Meinardo (+ 1196), patrono de Letonia.

 

Riga, la perla del Báltico

Es la más brillante de las capitales bálticas. Tiene el atractivo de ciudad costera, atravesada por un río, en amplia llanura sin problemas de extensión para sus escaso millón de habitantes, algo menos de la población total del país. El obispo alemán de Bremen Alberto, sucesor de S. Meinardo, la fundó en 1201.

Riga acoge con calles y avenidas generosas.  Los puentes mantienen unida la ciudad, a pesar del cauce de más de 500 m. que presenta el río Daugava. Es atractiva la ciudad antigua. Sobresale la iglesia de S. Pedro con su torre elevada y redonda. En un país de inmensa riqueza forestal abunda la construcción en madera. Me sorprende la presencia sostenida de la arquitectura "Jugendsty", que yo creía ser prerrogativa exclusiva de la ciudad de Viena. Tampoco faltan viviendas de bajo estilo proletario del período soviético. Un esfuerzo de restauración general conoció Riga con motivo de la celebración de su VIII centenario en 2001. Admiro a los soldados que montan guardia de honor en el monumento a la patria, hieráticos  e inmóviles ante el frío. Pero me aseguran que están dispensados   de se ese servicio cuando la temperatura desciende a los 20 grados bajo cero.

En el paseo junto al río hay un monumento al gigante que ayudaba a atravesar el Daugava. Aquí se asienta la leyenda de San Cristóbal. Con sus altos hombros ayudaba a atravesar las aguas en tiempos que no se conocían los puentes de ahora. En una noche el gigante escuchó en la otra orilla los gemidos de un niño indefenso. Cristóbal lo cogió protectóramente y atravesó con él el Daugava.  Conocemos la  leyenda y reconocemos la frecuente iconografía. de San Cristóbal,  trasportando  en sus  hombros -auténtico "Cristóforo"- al Niño Dios. El Niño misterioso desapareció, pero en el lugar de su permanencia aparecieron unas monedas de oro, con las que el obispo Alberto fundó la ciudad de Riga. De esta creencia popular nació la devoción inveterada de los Riguenses a su santo patrón, "Lielais Kristaps" o  Gran Cristóbal.

Como referencia de la vida artística de la ciudad tenemos la permanencia de Richard Wagner como "Kappelmeiser" de 1837 a 1839. En Riga compuso la ópera "Rienzi", aquí compuso su villancico "O Tannenbaum", traducido frecuentemente como  "Abeto fiel". En el teatro nacional de  Riga se presentó por primera vez en 1843  "Der fliegende Holländer" o  "El holandés errante".

El seminario metropolitano, convertido en instituto superior de teología y en instituto catequético, es un gran edificio de ladrillo con un parque adyacente. Se encuentra junta a la parroquia neogótica de San Francisco. Este establecimiento tiene mérito e historia. Fue construido en pleno período soviético, porque desde Moscú se decretó que se reunieran aquí todos los seminaristas latinos de la Unión Soviética. Por ese motivo la autoridad administrativa del Kremlin permitió la construcción.

 El seminario es mi cuartel general en los días que permanezco en Riga. No podía tener un asiento más afortunado para conocer mejor la situación de la iglesia.         

Convivo con los 36 seminaristas mayores y con sus profesores. La barrera comunicativa de no conocer el letón se sobrepasa con los fáciles intérpretes que me entienden en alemán, en francés, en latín,... Nos comunicamos. Y mis homilías y las cinco horas de encuentro no son suficientes para nuestro intercambio,

Posible residencia futura de los Carmelitas en el jardín del Liceo Católico de Riga

denso, concreto sobre la Iglesia, sobre la Misión, sobre el Carmelo, sobre su experiencia y enseñanza orante,...  Sienten una gran necesidad de apertura a la universalidad de la Iglesia. Reconocen que la Iglesia de Letonia ha llegado al momento de comenzar a dar, sin contentarse con recibir, como hasta ahora desde la fecha de la libertad  adquirida.

La Iglesia en Riga está afrontando la reconstrucción material y moral de cinco decenios de postergación, de confinamiento por el régimen comunista. En los 14 años de libertad ha construido más de 30 lugares nuevos de culto. Un clero joven y entusiasta es su  riqueza prometedora.
Panorama carmelitano

He llegado a Letonia ávido, sobre todo, de conocer la realidad y las perspectivas carmelitanas. Tendré que averiguar, en primer lugar, si alguno de los 13 conventos con que contó la Provincia de San Casimiro de Lituania desde su fundación en 1734 cuadra con la geografía de la Letonia actual.

Esporádicas vocaciones al Carmelo en tiempos recientes se han orientado hacia Bélgica, Alemania, Polonia. Han sido fruto de la pastoral vocacional de los sacerdotes Andé Marie Jerumanis o de Andris Kravalis entre los jóvenes. Pero ha llegado el momento de la implantación del Carmelo en la patria letona. A 28. km. de Riga, por una libre autovía flanqueada de pinos y abetos, se llega a la población de Ikškile. La conocemos como el lugar del primer asentamiento cristiano en Letonia por obra de S. Meinardo. Aquí se encuentra el terreno, muy cerca del río Daugava, para el inminente monasterio de las Carmelitas. El 16 de julio próximo el cardenal Jnis Pujats bendecirá la primera piedra de la construcción de 18 celdas y habitaciones para personas que quieran vivir días de oración y retiro a la sombra del Carmelo. Pero ya se trabaja en el saneamiento del terreno y perforación de los fundamentos. Se han plantado 200 árboles. La construcción durará dos años, porque en el duro invierno de bajas temperaturas hay que interrumpir los trabajos.

Meritorio y perseverante artífice del trabajo previo de la búsqueda del terreno y obtención de las pertinentes autorizaciones, del estudio y elaboración del proyecto es la Hna. Elía de Jesús y su comunidad de Essen en Alemania. Al recuerdo histórico evangelizador del lugar se añade el gran interés ecuménico que ha despertado el Carmelo en la comunidad luterana, que invita a las Carmelitas a que construyan la primera iglesia católica del lugar. Hay esperanza fundada de la llegada vocaciones nativas. Por el momento el Carmelo será la única presencia contemplativa del país. Será una nueva presencia misionera de la Orden, abierta a las Carmelitas de cualquier país que quieran asociarse a esta empresa misionera.

La archidiócesis de Riga tiene  previstos dos asentamientos para una pequeña comunidad internacional de frailes carmelitas que comenzarán aquí la vida carmelitana en los meses venideros. El  "Rigas Katolu imnzija" o  Gimnasio católico de Riga es uno de los campos posibles. Las instancias eclesiales esperan con impaciencia el comienzo del apostolado de la espiritualidad carmelitana. El actual "Kristgais Kultras Instituts Edtes Steinas Forums" o  "Foro cristiano pro Diálogo y Religión Edith Stein" podría pasar a la responsabilidad de los Carmelitas. Dirigido actualmente por Inga Reinvalde, presidenta del Carmelo Seglar en Riga, el Foro presenta ya un una frecuente voz carmelitana. A mi conferencia sobre  "Edith Stein en la escuela de Santa Teresa" siguió la de la profesora  Heidi Tuorila Kahanpee, responsable del Carmelo Seglar en Helsinki (Finlandia), sobre  "La pedagogía del aprendizaje autodirigido a la oración teresiana".

Durante mi permanencia en Riga llegó la invitación insistente de Mons. Lapelis, joven obispo dominico de Liepaya, para que los Carmelitas acepten la dirección de un centro de espiritualidad, carente completamente en el país, en un edificio existente que pudiera desenvolver ese apostolado.

Con ayuda de Alemania se pudo formar hace unos diez años un grupo del Carmelo Seglar.  Caminando con seriedad, ha superado el número de los 20 miembros. Yo recibí los primeros votos de dos hermanas. Fuera de Riga se asiste al nacimiento de otro grupo. Alma del Carmelo Seglar en Letonia es la profesora Inga Reinvalde, con la garantía de su año académico en el Instituto Internacional Teresiano-Sanjuanista de Ávila.

Alguna joven letona ha defendido últimamente una brillante tesis doctoral sobre Santa Teresita en el Teresianum de Roma, y ahora se prepara a la traducción de las Obras Completa al letón. Otra prepara su doctorados sobre San Juan de la Cruz en España. Hay brotes del nacimiento del Movimiento  Ecuménico Carmelitano (MEC). La Patrona de las Misiones es la Santa más popular del país por obra del santo obispo, Mons. B. Sloskan (+ 1981), mártir consecutivo en vida de la persecución nazi y comunista, que tradujo la "Historia de un alma" y la propagó con enorme esfuerzo de difusión.

La Congregación de las Hermanas Carmelitas del Niños Jesús, fundadas en Polonia por el P. Anselmo de San Andrés Corsini en 1921, a pesar de su reciente implantación en el país con dos casas, cuentan ya con 15 vocaciones nativas. Puntal de este afianzamiento carmelitano al servicio de la Iglesia de Letonia es la presencia cualificada de dos sacerdotes miembros del Instituto Secular Carmelitano "Notre-Dame de Vie".

El Carmelo en Letonia es más que germen. Se encuentra en inminente eclosión para su vertiente femenina y masculina. Por eso merece todo el apoyo del Secretariado General de las Misiones de la Orden. 

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