Lahore – El Premio Nobel de la Paz 2014 otorgado a Malala Yousafzai, la niña paquistaní víctima de un atentado de los talibanes cuando tenía sólo 12 años de edad, “es una buena noticia para todo el Pakistán y pone en el centro la cuestión de los derechos de las mujeres y el derecho a la educación”. Lo dice a la Agencia Fides Ataurehman Saman, investigador católico y director de publicaciones de la Comisión Nacional “Justicia y Paz” (NCJP), de la Conferencia Episcopal de Pakistán.
Malala fue atacada por defender el derecho a la educación de las niñas en el valle de Swat. El Premio Nobel de la Paz también ha sido otorgado al indio, Kailash Satyarthi, de 60 años, activista por los derechos de los niños. La pareja de activistas ha sido galardonada por el comité en Oslo por la batalla librada en nombre de los niños y de su derecho a la educación.
Saman dice a la Agencia Fides: “Estamos muy agradecidos con el Comité del Nobel. La cuestión de los derechos de la mujer y la centralidad del derecho a la educación son temas abiertos en Pakistán. El debate público, tras este reconocimiento, estará de nuevo en auge y es necesario que el gobierno de un paso adelante para garantizar el respeto de estos derechos”.
La Iglesia católica en Pakistán, recuerda Saman, “apoya firmemente el reconocimiento de la dignidad de la mujer y la igualdad de oportunidades en el respecto a una verdadera cultura democrática. Es una cuestión de justicia que puede ayudar al desarrollo de la nación”. (PA) (Agenciia Fides 10/10/2014)