Kinshasa - "El pasado fin de semana resultó ser uno de los más mortales: comenzó con 7 muertos y terminó con 25 víctimas", afirma un comunicado enviado a la Agencia Fides sobre la situación en los territorios de Beni e Irumu en Kivu Norte y en Ituri, al este de la República Democrática del Congo, donde los grupos armados llevan años causando masacres, en particular, los yihadistas de las ADF (un grupo de origen ugandés que se ha establecido en territorio congoleño desde hace algún tiempo).
Según la información recopilada por CEPADHO (Centro de Estudios sobre la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos), una organización local para la defensa de los derechos humanos, en las primeras horas del domingo 24 de mayo, los terroristas islámicos atacaron Ruwenzori y Beni-Mbau. En la primera ubicación, 7 civiles, incluidas 3 mujeres, fueron asesinados salvajemente.
Posteriormente, en Lose-Lose, los yihadistas secuestraron a 45 civiles, saquearon 15 tiendas y 3 farmacias, incendiaron 6 casas y saquearon un hogar de ancianos de la comunidad protestante. Entre las personas que murieron en el ataque en este lugar se encuentra la señora Paluku Mumethya, animadora de la Iglesia Católica local.
“En este momento – afirma CEPADHO -, no sabemos el destino de los 45 civiles secuestrados. Los secuestradores usan a estos últimos, incluidos los niños, como portadores".
Otros lugares fueron atacados el domingo 24 de mayo, con un total de 25 víctimas civiles. Contando a estas víctimas, 49 civiles fueron han sido masacrados en una semana, desde el lunes 18 al domingo 24 de mayo.
Con los últimos ataques son ya 587 civiles masacrados por las ADF en represalia por la ofensiva a gran escala lanzada contra ellos por el ejército congoleño al 30 de octubre de 2019.
CEPADHO ha pedido al Presidente de la República que revise las operaciones militares realizadas en el área para proteger a las poblaciones locales de las represalias de las ADF. (L.M.) (Agencia Fides 26/5/2020)