Roma - La Iglesia misionera también está pagando su parte a la pandemia de Covid-19 que no perdona a ningún pueblo o nación de todos los continentes. En Antananarivo, dos misioneros italianos han fallecido a pocas horas de distancia, habían pasado décadas sirviendo al país africano y se mantuvieron cerca de la población también durante este período de pandemia. El 21 de julio, murió el padre Albano Passarotto, un religioso de 80 años, misionero desde hacía 56 años en Madagascar, y el 23 de julio murió don Luigi Piotto, misionero de 65 años y que llevaba 28 años en la isla africana.
El padre Albano Passarotto, ordenado sacerdote en 1965, siempre llevó a cabo su misión en Madagascar, dedicándose especialmente a los niños más pobres, creando escuelas, orfanatos, centros de atención y estructuras que garantizasen educación y asistencia a la población y, en particular, a los niños. Actualmente dirigía una escuela en el sur de la isla que había fundado para dar la oportunidad de estudiar a cientos de niños, además de ofrecerles dos comidas al día, ya que la mayoría provienen de familias que viven en campamentos improvisados.
Don Luigi Piotto había llegado a Madagascar en 1992. Sus veintiocho años de vida misionera los pasó todos en Antsofinondry, como párroco, director, encargado de la escuela profesional. Siempre estuvo al servicio de los pobres que amaba según el estilo enseñado por Don Orione. Por ellos, dio su vida, gastada sobre todo en promover la educación de niños y jóvenes, asegurándoles un futuro digno.
(Agencia Fides 25/7/2020)