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ASIA/INDIA - Las iglesias cierran, pero no la fe y la caridad: los cristianos se enfrentan a la segunda ola de Covid-19

Mumbai - Mientras las iglesias cierran temporalmente debido a la segunda ola de Covid, entre los cristianos indios la fe, la esperanza y la caridad no se extinguen: según ha sabido la Agencia Fides, con el aumento de los casos de Covid-19 en la India, las iglesias de todo el país han decidido interrumpir todos los servicios litúrgicos para los fieles. En Bombay, la capital financiera de Maharashtra, en el oeste de la India, el bloqueo continuará hasta el 30 de abril. La archidiócesis de Bombay ha anunciado que todas las iglesias estarán cerradas hasta el 30 de abril. El cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, ha publicado directrices especiales para la celebración de todos los sacramentos, incluidos el bautismo, la confirmación, la confesión, el matrimonio y los funerales. El cardenal dirigió un mensaje de vídeo a los sacerdotes y párrocos en el que les instaba a seguir todos los protocolos sanitarios para prevenir incluso "contagios accidentales". Por regla general, los sacramentos se celebran en grupos reducidos y las bodas, dado el toque de queda total que rige los fines de semana, sólo pueden celebrarse con el permiso especial de las autoridades gubernamentales.
En Bangalore (en el estado sureño de Karnataka) se han suspendido todos los servicios religiosos públicos en las iglesias, capillas e instituciones de los distritos urbanos y rurales de la archidiócesis de Bangalore. Sin embargo, las iglesias y capillas permanecerán abiertas para las visitas privadas. Los sacerdotes dirigirán los servicios en privado con poca o ninguna participación de la asamblea y siguiendo estrictamente las precauciones. Los estados indios más afectados por la pandemia son Uttar Pradesh, donde viven unos 200 millones de personas, así como Odisha, Punjab, Chhattisgarh, Andhra Pradesh, Bihar y Bengala Occidental. La India es actualmente el tercer país del mundo más afectado por el Covid, después de Estados Unidos y Brasil.
El Primer Ministro Narendra Modi dijo el 20 de abril que la segunda ola del coronavirus había golpeado a la India "como una tormenta", pero hizo un llamamiento a los estados para que dispusieran de la medida de cierre total sólo como último recurso. En su discurso a la nación, el primer ministro hizo hincapié en la autodisciplina y la responsabilidad personal de cada ciudadano para contener la pandemia.
La segunda ola de Covid-19 ha golpeado duramente a la clase media de la nación india: según el Pew Research Center, unos 32 millones de personas en la India han caído en la pobreza debido a la pandemia en 2020, saliendo de la clase media y bajando a la clase de los indigentes. La pandemia, señalan los observadores, está deshaciendo décadas de progreso económico y social para el país que estaba luchando por sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. Según Jayati Ghosh, economista del desarrollo, "la pandemia ha frenado mucho la trayectoria de crecimiento de la India y ha creado una desigualdad mucho mayor que en el pasado".
En esta situación, destaca el compromiso de las Iglesias cristianas al proporcionar un salvavidas a los sectores más pobres y vulnerables de la población afectada por la pandemia. Las personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, incluidos los jornaleros y los trabajadores inmigrantes, se enfrentan a retos sin precedentes. La segunda oleada de Covid "muestra una vez más la profunda división económica y social que existe en la India, siendo las personas más pobres del país las más afectadas por las restricciones", señala el Rev. Joshuva Peter, Secretario Ejecutivo de las Iglesias Evangélicas Luteranas Unidas de la India (UELCI).
Durante la crisis, las iglesias cristianas de todas las confesiones se han involucrado en amplios esfuerzos de ayuda, apoyando a los más vulnerables con recursos locales y proporcionando alimentos a las personas hambrientas que han perdido sus medios de vida debido al bloqueo. El gobierno había ordenado inicialmente que la distribución de alimentos y bienes de primera necesidad se realizara exclusivamente a través de las redes oficiales, lo que provocó un paro en la labor humanitaria de las Iglesias y las ONG. Posteriormente, un tribunal dictaminó que era suficiente que las organizaciones de la sociedad civil informaran al gobierno de su labor humanitaria, siempre que respetaran las distancias físicas y los protocolos de seguridad.
(SD-PA) (Agencia Fides 22/4/2021)

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