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AMÉRICA - Obispos, religiosos y Cáritas unidos con el mundo para condenar la guerra y pedir la paz

Roma  - Desde Alaska hasta Tierra del Fuego, se multiplican en el continente americano las declaraciones de Conferencias Episcopales, de obispos individuales y de organizaciones de religiosos y laicos, así como eventos e iniciativas que condenan la guerra en Ucrania que se sumarán a la oración convocada por el Papa Francisco para pedir que se retome el diálogo y se promueva la paz (ver Fides 25/02/2022). El Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Canadiense (CCCB) condena la escalada de violencia en Ucrania: “En solidaridad con el Jefe de la Iglesia Católica Ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, al unísono con el Patriarca Ecuménico Bartolomé, con el pueblo ucraniano y con los canadienses de origen y ascendencia ucraniana, exhortamos a los fieles y a todas las personas de buena voluntad a rezar por el restablecimiento inmediato de la paz, el diálogo y la fraternidad humana. Conscientes de las deplorables lecciones sobre la violencia que todos hemos aprendido a lo largo de la historia humana, imploramos a todas las partes involucradas que busquen medios no violentos para resolver disputas y desacuerdos”.

El arzobispo de Los Ángeles, monseñor José H. Gómez, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), declara: “En nombre de mis hermanos Obispos, me hago eco del llamamiento del Santo Padre a la oración y al ayuno para poner fin a la guerra en Ucrania. Que nuestras oraciones, unidas a las de las personas de todo el mundo, ayuden a guiar a quienes continúan la guerra para terminar con el sufrimiento sin sentido y restaurar la paz. María, Reina de la Paz, ruega por nosotros”. “La Cáritas de nuestros países de América Latina y el Caribe se une a las miles de voces en todo el mundo que condenan la guerra y la violencia como medio para resolver conflictos o diferencias”, afirma monseñor José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo y Presidente de Cáritas de América Latina y el Caribe (Cáritas LAC). El arzobispo añade que “un conflicto bélico es siempre un golpe muy duro, que irremediable e irreversiblemente desgarra y hiere a miles de comunidades, destruye vidas inocentes y traumatiza a generaciones enteras, creando heridas que difícilmente sanarán”. Cáritas LAC rechaza estas acciones, porque “es una grave injusticia usar la fuerza para validar una línea de pensamiento o apropiarse de los bienes o la cultura de otro pueblo, transformando esa acción en un cruel atentado contra la dignidad humana”. Por ello, invita “a ser promotores de una paz duradera”, uniéndose a las palabras del Papa Francisco y la jornada de ayuno y oración del 2 de marzo “ratificamos que el diálogo, el respeto y el amor deben prevalecer siempre sobre la ceguera que produce la violencia”.

La Oficina Provincial de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de los Franciscanos en Chile, en colaboración con el Departamento JUPIC de la Conferencia de Religiosos de Chile (CONFERRE), se adhiere a la Jornada de Ayuno y Oración del 2 de marzo que se llevará a cabo en el templo de San Francisco de la Alameda en Santiago. Después de la Misa, el Santísimo Sacramento permanecerá expuesto durante todo el día y varios grupos se sucederán para la adoración. Tras la misa de las 19.30 horas, se encenderán velas frente a la iglesia para expresar públicamente el rechazo a la violencia y la guerra, y pedir la paz. La invitación es “a dar testimonio, como consagrados y consagradas, para ser testigos y promotores de la paz”.

La Organización Agustiniana de América Latina y el Caribe (OALA) se une a “las diversas manifestaciones de rechazo a la guerra, manifestaciones organizadas tanto por ucranianos como por rusos, que rechazan directamente esta guerra por respeto a la vida humana, así como por los lazos familiares que existen entre los ciudadanos de ambos países”. Añade que “son tiempos muy difíciles, no solo para los países directamente implicados, sino también para otros países, entre ellos los de América Latina, que sufrirán signos evidentes de pobreza, hambre, desorden social y muerte; y lamentablemente y como siempre, los primeros y más perjudicados serán los más pobres, los niños y las propias familias”. Ante “el dolor del pueblo ucraniano, su angustia y desolación” la OALA promovió también sendas jornadas de oración por la paz, a través de sus plataformas digitales, que se llevaron a cabo el sábado 26 y domingo 27 de febrero.
(SL) (Agencia Fides 28/02/2022)

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