Gaza, 26.10.2023).- Una hermana de la parroquia católica de Gaza, que ahora atiende a más familias tras el bombardeo de la iglesia ortodoxa local, ha hecho un sincero llamamiento a la paz.
En declaraciones telefónicas a la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), la hermana Nabila, que se ocupa de los cristianos refugiados en el complejo parroquial de la Sagrada Familia de Gaza, ha manifestado que está muy preocupada.
La parroquia no tiene electricidad ni agua corriente y ha recurrido a beber agua de un pozo -que temen que pueda secarse en cualquier momento- o agua mineral embotellada, que cuesta tres veces su precio original.
La hermana Nabila se mostró especialmente preocupada por los cerca de 100 niños traumatizados a los que atienden y que no han conocido otra cosa que la guerra durante toda su vida. Dijo: «Sólo queremos paz, paz. Hemos sufrido seis guerras en Gaza. Los niños sólo conocen la guerra».
La parroquia de la Sagrada Familia ha estado proporcionando ayuda y refugio a los cristianos heridos y desplazados afectados por la violencia en curso durante las dos últimas semanas, la mayoría de los cuales han perdido sus hogares.
Junto con otras seis religiosas y un sacerdote católico, la hermana Nabila ha trabajado incansablemente para ayudar a los casi 700 desplazados que atienden -entre ellos 50 personas con discapacidad.
El número de personas refugiadas en el complejo de la Sagrada Familia aumentó en unas 200 después de que el complejo de la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio fuera alcanzado por un misil que mató a 18 personas.
Entre los que murieron al ser alcanzado el complejo ortodoxo griego se encontraba un profesor que impartía clases en la escuela de las Hermanas del Rosario, de la que la hermana Nabila es directora, junto con toda su familia. También murieron otros niños que asistían a la catequesis parroquial.
A pesar de los bombardeos, la Hermana Nabila sigue resistiendo y afirma que «mantenerse ocupada y ayudar a los demás es la mejor manera de hacer frente a la devastación».
La Hermana Nabila dijo a AIN que el apoyo espiritual a la gente está proporcionando esperanza. Se celebra misa dos veces al día y la gente reza constantemente el Rosario, buscando la paz por intercesión de la Virgen María. Y concluye: «Paz, paz, queremos sólo paz. Hay tanto mal, tanto sufrimiento. Es terrible. Ahora mismo,