Yaundé - Al menos 25 personas han sido asesinadas en el oeste de Camerún el 6 de noviembre, día en que el Presidente Paul Biya celebraba el 41º aniversario de su llegada al poder. Paul Biya tomó las riendas de Camerún el 6 de noviembre de 1982, dos días después de la dimisión de su predecesor, Amadou Ahidjo, el 4 de noviembre de 1982.
Al amanecer del 6 de noviembre, hombres armados atacaron el pueblo de Egbekaw, cerca de Mamfe, matando a 25 personas, entre ellas 19 hombres, cinco mujeres y un niño de ocho años. Nueve personas resultaron gravemente heridas.
Egbekaw se encuentra en el suroeste de Camerún, una de las dos zonas "anglófonas" del país (junto con el noroeste). Desde 2016, las dos regiones están sumidas en una crisis secesionista que surgió a raíz de la demanda de las poblaciones anglófonas locales de poder utilizar el inglés en lugar del francés en las escuelas y los tribunales. El conflicto se recrudeció desde que el 1 de octubre de 2017 los independentistas declararon simbólicamente la independencia de las dos zonas, que estaban agrupadas en Ambazonia (véase Fides 2/10/2017).
El gobierno de Camerún ha condenado el "cobarde y despreciable atentado dirigido contra personas inocentes por una banda de terroristas cuyo único propósito es sembrar el horror y la desolación en las familias".
Según el ministro de Comunicaciones y portavoz del gobierno, el atentado ha sido perpetrado por el grupo separatista "Manyu Unity Warriors". Una unidad afiliada al grupo de las Fuerzas de Defensa de Ambazonia.
La elección del día de la masacre por el grupo que la ha cometido no se ha realizado al azar, según los comentaristas locales. Su intención es subrayar la presencia de los separatistas sobre el terreno, que son una espina clavada para Paul Biya, de 90 años, y al mismo tiempo disuadir a la población local de cooperar con las fuerzas de seguridad camerunesas.
La masacre ha sido condenada por Aloysius Abangalo Fondong, obispo de Mamfe, que ha declarado en un comunicado: "La matanza de seres humanos es un acto intrínsecamente malo porque viola el quinto mandamiento del Decálogo: 'No matarás' (Ex 20,13; cf. Dt 5,17)". "El Catecismo de la Iglesia Católica explica claramente por qué es inadmisible matar a un ser humano: La vida humana es sagrada porque desde su comienzo implica la acción creadora de Dios y permanece para siempre en una relación especial con el Creador, que es su único fin. Sólo Dios es el Señor de la vida desde su comienzo hasta su fin: nadie puede, en ningún caso, arrogarse el derecho de destruir directamente a un ser humano inocente".
"Es en este contexto de sacralidad de la vida humana en el que condenamos con vehemencia el acto atroz que ha llevado a la destrucción de las vidas de tantos hombres, mujeres y niños inocentes", prosigue la declaración del obispo de Mamfe, que ha presidido una misa de sufragio por las víctimas.
(L.M.) (Agencia Fides 8/11/2023)