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ASIA/CHINA - El Obispo (y padre sinodal) Antonio Yao Shun: El Acuerdo China-Santa Sede facilita el trabajo pastoral para el anuncio del Evangelio

Roma - Entre los católicos chinos prevalece la opinión de que el Acuerdo provisional en vigor entre el gobierno de Pekín y la Santa Sede sobre los nombramientos de los obispos católicos chinos es “muy significativo e importante”, porque “abre el camino para promover la integración y la unidad entre la Iglesia en China y la Iglesia universal y facilita el trabajo pastoral y el anuncio del Evangelio de la Iglesia en China”. Así lo ha asegurado en una entrevista exclusiva concedida a la Agencia Fides Antonio Yao Shun, Obispo de Jining/Wumeng, en la región autónoma china de Mongolia Interior.
Antonio Yao es uno de los dos Obispos de China continental que han participado en Roma en la fase inicial de los trabajos de la primera Sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, dedicada al tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Pocas semanas después de la clausura de esa sesión conciliar, los dos obispos chinos han accedido a responder a unas preguntas de la Agencia Fides.

En la siguiente entrevista, el obispo Yao señala también que la primera misión a la que están llamados los católicos chinos es “mostrar la misericordia y el amor de Dios a todos los demás chinos”, especialmente sirviendo a las personas necesitadas y en situación de sufrimiento.
Antonio Yao Shun, de 58 años, es el primer obispo ordenado tras el Acuerdo Provisional firmado por la Santa Sede y China sobre el nombramiento de obispos chinos el 22 de septiembre de 2018. Nacido en Ulanqab en 1965, Antonio Yao fue ordenado sacerdote en 1991 después de completar sus estudios en el Seminario Nacional de Pekín, donde también desempeñó funciones de docente y director espiritual. Durante el período de 1994 a 1998, amplió sus estudios en Estados Unidos, obteniendo su licenciatura en Liturgia. Posteriormente, continuó su formación con estudios bíblicos en Jerusalén. La ordenación episcopal de Antonio Yao tuvo lugar el 26 de agosto de 2019, siendo consagrado por el obispo Paul Meng Qinglu de Hohhot, en la región de Mongolia Interior.
La diócesis de Jining (Ulanqab) tiene unos 70.000 fieles, con 30 sacerdotes y 12 religiosas.

-Obispo Yao, ¿podría compartir con nosotros las expectativas y sentimientos con los que ha venido a Roma para participar en el Sínodo?
-ANTONIO YAO SHUN: Ha sido un gran honor para mí participar en este importante encuentro. Junto con el obispo Joseph Yang, hemos acudido para representar a la Iglesia en China. También estoy muy agradecido por la invitación del Papa. He acudido al Sínodo con muchas expectativas.

-En Roma, usted se ha reunido con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas de todo el mundo. ¿Cómo le han manifestado su cercanía y su apoyo a la Iglesia en China?
-YAO: Nos hizo muy felices encontrarnos con todos estos obispos, sacerdotes, hombres y mujeres de diferentes órdenes religiosas y laicos de todo el mundo durante el Sínodo. Todos se han mostrado amistosos y alegres. Nos han acogido y nos han mostrado su estima. Todos han mostrado interés por el devenir de la Iglesia en China, deseosos de saber más y de rezar por nosotros.

-En su camino personal de fe, ¿a través de qué personas y qué realidades se encontró con Jesús?
-YAO: Nací en una familia católica. Mis padres y abuelos eran muy devotos y fieles. Con ellos empecé a caminar en la fe y creo que recibí muchas gracias de Dios.

-¿Cómo floreció su vocación sacerdotal?
-YAO: Creo que la mayor influencia en mi vocación fue un viejo sacerdote que descansa en paz desde hace muchos años. Su ejemplo como sacerdote, sus virtudes y su abnegada dedicación a la Iglesia me inspiraron. Al mismo tiempo, el aliento y el apoyo de mis padres reforzaron aún más mi voluntad y determinación de emprender el camino del sacerdocio.

-En estos tiempos, ¿cuál cree que es la misión más importante para los católicos chinos?
-YAO: En mi opinión, la primera misión de nosotros, los católicos chinos, es mostrar la misericordia y el amor de Dios a todos los demás chinos. Nos importan mucho las necesidades de la sociedad, especialmente las de los pobres y los que sufren, e intentamos ayudarles de todas las maneras posibles.

-¿Hay jóvenes y adultos en su diócesis que buscan el bautismo? ¿Qué les hace querer ser católicos en la China de hoy?
-YAO: El número de jóvenes y adultos bautizados en mi diócesis ha disminuido ligeramente, pero sí que existe un cierto número de jóvenes y adultos que piden el bautismo y lo reciben. En cuanto a las razones, creo que tiene que ver con el buen ejemplo que dan los feligreses y la actitud cariñosa, alentadora y reconfortante de la Iglesia local hacia ellos.

-Desde la firma del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de obispos, éste Acuerdo ha sido objeto de ataques y críticas en los medios de comunicación, especialmente en Occidente. Pero, ¿qué piensa al respecto la mayoría de los católicos chinos?
-YAO: La opinión predominante es que el Acuerdo Provisional es muy significativo e importante. Abre el camino para promover la integración y la unidad entre la Iglesia en China y la Iglesia universal, y facilita la labor pastoral y el anuncio del Evangelio de la Iglesia en China. También es útil para mejorar las relaciones entre China y la Santa Sede.
(Agencia Fides 16/11/2023)

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