Ciudad de Guatemala – “Los hechos evidencian la inmundicia de corrupción en que el Estado guatemalteco se ha convertido y ha constituido el colmo de la desfachatez que ha provocado manifestaciones multitudinarias que expresan la indignación y la ira de grandes mayorías de ciudadanos”: lo ha dicho Su Exc. Mons. Rodolfo Valenzuela Núñez, obispo de Vera Paz, Cobán, y Presidente de la Conferencia Episcopal del Guatemala, al presentar una declaración de los obispos de doce puntos titulada “Nos duele Guatemala”.
Los obispos afirman que las manifestaciones multitudinarias populares puede ser una ventana a la esperanza pero también “un riesgo de entrar en procesos caóticos y turbulentos, si no se responde con inmediatez a las demandas legítimas que se vienen planteando en las calles y plazas de nuestra patria”. El documento explica que la situación actual del país se debe al descubrimiento de la corrupción organizada en las instituciones estatales y por la cercanía de las elecciones generales del 6 de septiembre para escoger al presidente, vicepresidente, 258 diputados, 338 alcaldes y 20 diputados al Parlamento centroamericano. “Frente a este panorama queremos gritar también con indignación: ¡basta ya! - concluye el documento de los obispos - Necesitamos romper el ciclo de corrupción, impunidad y conflictividad para proponernos ser una Guatemala distinta”.