Castel Gandolfo (Agencia Fides) – “La historia de Colombia está indeleblemente marcada por la profunda fe católica de sus gentes, por su amor a la Eucaristía, su devoción a la Virgen María y el testimonio de caridad de insignes pastores y laicos. El anuncio del Evangelio ha fructificado entre ustedes con abundantes vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, en la disponibilidad mostrada para la misión ad gentes, en el surgimiento de movimientos apostólicos, así como en la vitalidad pastoral de las comunidades parroquiales”. Lo ha recordado el Santo Padre Benedicto XVI al recibir en audiencia en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el 10 de septiembre, al segundo grupo de Obispos de Colombia, con motivo de su visita Ad Limina Apostolorum.
Junto a estas luces el Papa ha recordado “los efectos devastadores de una creciente secularización, que incide con fuerza en los modos de vida y trastorna la escala de valores de las personas”, subrayando que “la infatigable defensa y promoción de la institución familiar sigue siendo una prioridad pastoral”, e invitando a los Obispos “a seguir proclamando la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida”.
El Santo Padre ha expresado también su apoyo al Plan Global (2012 – 2020) de la Conferencia Episcopal de Colombia que traza como objetivo general “promover procesos de nueva evangelización que formen discípulos misioneros, animen la comunión eclesial e incidan en la sociedad desde los valores del Evangelio”. Benedicto XVI ha exhortado a los Obispos a consagrar “lo mejor” de su ministerio a los presbíteros, diáconos y religiosos, cuidando “su vida espiritual, intelectual y material, para que puedan vivir fiel y fecundamente su ministerio”. “No dejen de privilegiar el cultivo de las vocaciones y la formación inicial de los candidatos a las órdenes sagradas o a la vida religiosa” ha proseguido el Papa, indicando como algo oportuno la revisión de los contenidos y métodos de su formación, para que “responda a los desafíos de la hora presente y a las necesidades y urgencias del Pueblo de Dios. Igualmente, es importante el fomento de una acertada pastoral juvenil, por medio de la cual las nuevas generaciones perciban con nitidez que Cristo las busca y desea ofrecerles su amistad”.
Por último el Pontífice se ha detenido sobre la situación social de la nación con estas palabras: “A pesar de algunos signos esperanzadores, la violencia continúa trayendo dolor, soledad, muerte e injusticia a muchos hermanos en Colombia. Al mismo tiempo que reconozco y agradezco la misión pastoral que, muchas veces en lugares llenos de dificultades y peligros, se está realizando en favor de tantas personas que sufren inicuamente en su amada Nación, les animo a seguir contribuyendo a la tutela de la vida humana y al cultivo de la paz, inspirándose para ello en el ejemplo de nuestro Salvador y suplicando humildemente su gracia. Siembren Evangelio y cosecharán reconciliación, sabiendo que, donde llega Cristo, la concordia se abre camino, el odio cede paso al perdón y la rivalidad se transforma en fraternidad”. (SL) (Agencia Fides 11/09/2012)