Caracas – “En los últimos meses se ha recrudecido sistemáticamente la falta de medicamentos para todo tipo de enfermedades, pero especialmente para enfermedades de diabetes, tensión, epilepsia, VIH, cardiovasculares, que ya han cobrado la vida de numerosas personas, sin verse solución por parte de los organismos gubernamentales”: es la denuncia del Presidente de la Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Su Exc. Mons. Roberto Lückert León, Arzobispo de Coro, en un documento publicado en ocasión de la Jornada del Enfermo.
El documento, recibido en la Agencia Fides, presenta en 16 puntos, la cruda realidad de la situación sanitaria del país y la delusión de la población venezolana. Junto con la grave crisis de la carencia de fármacos, “junto con esta grave crisis observamos la falta de prevención, vigilancia y control sanitario, lo cual ha permitido la reaparición de enfermedades infecto-contagiosas transmitidas por vectores como la malaria
(136.402 casos) y el dengue (54.152 casos). La incapacidad para atender oportunamente nuevas amenazas a la salud a través de enfermedades emergentes como la chikungunya (16.293), el zika (estimado 412.962 casos hasta el 23 de enero de 2016). La ausencia de estas atenciones en la salud, ocasionan el resurgimiento de enfermedades endémicas tales como: Mal de Chagas, Sífilis y la Gonorrea”.
E documento continua: “Al mismo tiempo la crisis del desabastecimiento de los alimentos, plantea otra amenaza a la salud del venezolano entre las cuales mencionamos: desnutrición por falta de consumo de nutrientes y vitaminas, falta de aplicación de los controles sanitarios necesarios, descontrol de los índices de glucemia por no mantener un régimen alimenticio adecuado y la alteración del estado psíquico y social generando angustia, miedo y ansiedad".
El Presidente de la Comisión “Justicia y Paz” pide “a los responsables gubernamentales y al Estado en general, las garantías necesarias para el buen funcionamiento de las instituciones de salud, la provisión de medicamentos e insumos necesarios para la atención de los pacientes, especialmente a las madres, niños y ancianos, la profesionalización y el mejoramiento laboral del personal que atiende a los enfermos, y proponemos priorizar el tema de los medicamentos y de los alimentos en la agenda gubernamental, política y financiera del País para que “aparezcan” y se puedan solventar enfermedades que hasta hace poco tiempo estaban controladas”. Por último reitera que “la salud es un derecho humano y no puede estar por debajo de los intereses ideológicos de grupos, instituciones o gobiernos”. (CE) (Agencia Fides, 13/02/2016)