Adaba – “Quiero contaros la iniciativa que estoy realizando con mis muchachos católicos de Adaba” escribe a la Agencia Fides Don Giuseppe Ghirelli, misionero diocesano fidei donum. “Cada semana, el jueves por la tarde voy a Herero, a 5 km de Adaba, donde tenemos la escuela infantil, la escuela primaria y la pequeña iglesia. No hay católicos, la mayoría son musulmanes y algunos son cristianos ortodoxos. Suelo llevar conmigo a los seis chicos de la casa familia de Dodola, para celebrar la Santa Misa. Una de las veces, mientras me preparaba para la misa vi algunos niños llegar, los invité a entrar y todos vinieron a la iglesia. Con la ayuda de la catequista me presenté y trate de conocerlos. Antes de comenzar la misa, hice una pequeña explicación sobre la señal de la cruz, notando que para algunos de ellos era la primera vez que lo hacían. Después de la misa, los chicos de Dodola, con los que durante la semana leemos y coloreamos páginas del Evangelio, se convirtieron en pequeños misioneros formando grupos y contando a los niños presentes la historia de Jesús. Para algunos de ellos era la primera vez que oían hablar de Jesús. Luego jugaron, hicieron amistad, nos divertimos con la alegría de poder volver a vernos. Algunas personas que pasaban tenían curiosidad, observaban... quién sabe, que tal vez algún día también vendrán a la iglesia!”, dice Don Giuseppe. En esta actividad misionera también participa la Oficina de la Infancia Misionera de Missio. “Cuando fui a verlos me dieron lápices misioneros, la mochila Missio y cuadernos para los niños. A la pregunta '¿cuál es el significado de la mochila y del material misionero que os hemos dado?' una de las chicas respondió: 'venimos a la iglesia, escuchamos lo que el cura nos dice acerca del Evangelio, y lo comunicamos a los que todavía no lo conocen'. Una síntesis perfecta de la misión ad gentes: la escucha de la palabra – comunicarla a los que todavía no la conocen”, dice el misionero. (AP/GG) (9/4/2016 Agencia Fides)