Juba - Un pastor que hizo de la paz y la reconciliación el centro de su vida de servicio al pueblo de Dios: así podemos resumir la figura de Paride Taban, primer obispo de la diócesis de Torit en Sudán del Sur. Fallecido el pasado 1 de noviembre a la edad de 87 años en un centro hospitalario de Nairobi, Kenia, nació en 1936 y recibió la ordenación sacerdotal en 1964, en el momento de la expulsión de los misioneros de Sudán. En enero de 1980 fue nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis de Juba y recibió la consagración episcopal el 4 de mayo de 1980 de manos de San Juan Pablo II. En julio de 1983 fue nombrado primer obispo de Torit. Las dificultades derivadas de la guerra obligaron al obispo Taban a exiliarse en Uganda, Kenia y la República Centroafricana en 1984.
“Fui feliz por haber sido obispo en tiempos de guerra porque estuve allí para consolar y animar a la gente y compartir su sufrimiento”, dijo el difunto obispo en una entrevista concedida en julio de 2022 a Radio Tamazuj, una emisora de radio de Sudán del Sur, con motivo del 11º aniversario de la independencia de Sudán del Sur. En 2011 tras décadas de guerra civil el Sur se separó del resto de Sudán. Monseñor Taban recordaba también que fue encarcelado por primera vez en 1965 por el gobierno de Jartum y luego en 1989 por el SPLA (Sudan’s People Liberation Army, movimiento que luchó por la independencia de Sudán del Sur). “Fui encarcelado por mi propia gente, por el SPLA”, recordaba esbozando una sonrisa. “Los rebeldes me encarcelaron porque cuando tomaron Torit me quedé allí con la población y pensaron que era un agente del gobierno. Pero solo me quedé para estar cerca de la gente”.
Para fomentar el diálogo entre las realidades sudanesas, en 1990 monseñor Taban fue uno de los fundadores y el primer presidente del Nuevo Consejo de Iglesias de Sudán (NSCC), que incluye a la Iglesia Católica, a la Iglesia Episcopal de Sudán, a la Iglesia Presbiteriana de Sudán, a la African Inland Church, la a la Iglesia Pentecostal de Sudán y a la Sudan Interior Church. Bajo su liderazgo, el NSCC actuó como facilitador en las negociaciones de paz durante la Segunda Guerra Civil Sudanesa y como defensor de los derechos humanos. En su constante búsqueda de la paz, Paride Taban, en nombre de la AMECEA (la Conferencia que reúne a los obispos de África Oriental), viajó a Ruanda en 1994, año del genocidio perpetrado contra la población tutsi.
Monseñor Taban se retiró de la administración de la diócesis de Torit en 2004 y en 2005 fundó una comunidad en Kuron el pueblo de paz de la Santísima Trinidad en Sudán del Sur, que acoge a personas de diferentes orígenes étnicos víctimas de los conflictos. Este pueblo se ha convertido en un símbolo de esperanza y curación.
(L.M.) (Agencia Fides 3/11/2023)