Petaling Jaya – A ningún niño, ya posea o no un certificado de nacimiento, debería negarse el acceso a la educación. La denuncia proviene de un abogado de Malasia defensor de los derechos humanos. Los niños apátridas no son los únicos que se ven privados de la educación en Malasia. De hecho, los hijos de los trabajadores locales de las plantaciones y los Orang Asal, indígenas malayos, que no tienen certificados de nacimiento, se enfrentan al mismo problema. “Sin educación tampoco tienen acceso a los otros derechos. La única manera de romper este ciclo de privación es darles la oportunidad de asistir a la escuela primaria y secundaria”, concluye el activista. (AP) (Agencia Fides 11/01/2017 )